Gracias a la world wide web, se abrio el mundo a la globalizacion. Me gusta mirar fotos de los lugares mas reconditos de la tierra. Trato de hacer lo mismo con mi ciudad, Miami, para que alguien del otro lado del hemisferio pueda apreciar la ciudad fabulosa donde todos los dias sale el sol.

Estamos informados al segundo de la ultimas noticias, sonamos con las historias «reales» y lloramos acompanando a los que sufren los avatares de la vida.

Cuanto mas viajo, descubro que hay mucho camino por recorrer y aprehender.

Lo que mas me lamento por la globalizacion, es que se ha perdido el sabor local. En todas las ciudades, venden en las calles, articulos de embuste, juguetes que se rompen apenas salen de su envoltorio. No hay sorpresas a la hora de elegir algo diferente, ya lo venden en la esquina de mi casa.

Pero cuando llego a lugares remotos, veo al encantador de serpientes y pienso..

-Esto es sabor local!

Apenas de regreso, me doy cuenta que esta ese mismo encantador senor, solo que vestido de traje y corbata.